Alexandra es mi nombre.
La verdad es que soy un tanto misteriosa... Más de alguno se ha preguntado si los que dicen conocerme me han visto verdaderamente...
Me levanto muy temprano, tengo clases, hago clases, el reloj es mi enemigo y me ama, toco un violín que da espectaculares aullidos, mi familia es la mejor de todas, todos locos y artistas, mi hermana mayor es mi hermana pequeña (visible sólo para aquellos que saben en donde mirar) mis alumnas son mis mejores maestras, la luna me ilumina de día y de noche el sol me dá las buenas noches.
El otro día por ejemplo mi despertador se quedó dormido y yo con él, el conserje me dijo Señorita se vé radiante, claro y dormí más de diez horas...
Llegué con mi pelo desordenado, todos me dijieron que me venía el look, mis alumnas de danza murmuraban si es verdad que en Santiago hay mejores bailarinas que yo, sonreí y dije ¡sólo en París!. Después de mis clases voy a mis otras clases, debo confesar que mis compañeros de Universidad están bastante bien.
Aún me felicitan por haber ganado el proyecto, la verdad es que por más de tres años que esperaba este momento, la tercera es la vencida, no hay segunda sin primera...
Beberé una buena copa de vino, y haré que mis duendes toquen mi música favorita y espanten a las hadas que habitan debajo de mi cama.
Dicen que la felicidad son solo segundos, la verdad es que me encantaría que durara un par de horas...