LA COMUNIÓN DE LOS LIBROS

¡Están besándose! Dijo Juan Salvador Gaviota mientras sacaba su ala derecha de la página de un libro en miniatura, observaba como las letras eran besadas por atractivos puntos suspensivos...
Los libros se conocen entre sí, saben en cuales páginas pueden encontrarse, cuales son las hojas más gastadas y cuales son los títulos más apetecidos por los niños pequeños...
Entre ellos se protegen cuando los años pasan, zurcen sus grietas y procuran que sus títulos brillen en los rincones más oscuros de la biblioteca...
Hay libros encantados por sapos, otros de historia y geografía y matemáticos con decimales infinitos...
Los libros de papelucho jamás pasan de moda, y casi nunca están en los estantes, siempre están sus espacios libres, hay libros de todos los colores y formas...
Los libros hablan... son mágicos, pocos saben este secreto, algunos lloran por sus historias con finales tristes, muchos abren sus brazos y se leen entre ellos hasta enamorarse de sus protagonistas, danzan las palabras al ver sus obras y sus obras por letras mayúsculas... la vida pasa, las generaciones, los niños son adultos y sus hijos siguen la tradición de leerlos, los libros tienen memoria de elefante y recuerdan las risas de todos sus lectores aunque estos ahora sean protagonistas de enciclopedias, los libros jamás olvidan lo importante que son en nuestras vidas...