CUANDO CONOCÍ A AIDA
Cuando conocí a Aida caminaba muy lento, se acercó pausadamente, fué amistad a primera vista, una extra comunicación visual y dulce. Hablamos por horas, no sé si fué mi niñería, que siempre en todas las abuelas me parece ver a la mía o simplemente que al oirla supe que era una mujer extraordinaria. La veía en las tardes, otras veces tan temprano que casi me parecía verla con los ojos cerrados... El día que la conocí y nos despedimos le pregunté su nombre
-Aida me llamo- dijo y yo sonreí
Insistí en comentarle que Aida también se llamaba mi abuela y que cuando nací la tierra paró de girar y como la vida obra por milagros.
El sol se había extraviado cuando la invité por vez primera a mi casa, me hizo prometer que sería un estricto secreto. Le regalé unos versos que yo le había escrito a mi abuela y visualicé a una especie de luz que venía de paso.
Recuerdo el día en que le comenté como había muerto mi Aida… -fué en el hospital y en mis brazos-, le dije llorando y que fué tal el impacto que las letras comenzaron a danzar como aeroplanos… Ella me dijo que el amor es así, que su vida nunca fué fácil, que su trabajo la llenaba de orgullo y mientras la oía hablar de su nieta, en sus rasgos tan dulces reconocí a una Princesa visible…
DEDICADO A AIDA LA AMIGA DE RAPHAELA QUE FALLECIÓ HOY MUY TEMPRANO...